Los Tadeos Hostal - Zahara De La Sierra

Lo sorprendente es que, al preguntarles, nos dicen que están llenos y que la cocina no puede asumir tanta demanda, algo bastante extraño al mirar el salón y ver pocas mesas ocupadas. Aún así, decidimos esperar en una terraza muy agradable que tienen afuera. Aquí es donde vino la otra parte que nos dejó una impresión aún peor del lugar: después de decirles que nos sentaríamos afuera a esperar con algún refrigerio, nos responden que bueno, insistiendo en que todo va a tardar mucho. Incluso les pedimos que si nos podían poner una tapita fría, aunque sea, y nos dicen que no pueden porque la cocina está saturada. Nos sirven el vino y los refrescos junto a unas aceitunas (que a mí, por cierto, no me gustan, pero eso es anecdótico). Después de casi una hora, decidimos irnos. Les explicamos que no entendemos el trato: ya que estábamos decididos a esperar, podrían habernos ofrecido alguna bebida más o algún mínimo detalle, ya que estábamos allí para gastar dinero, no para molestar. Pero ni siquiera hubo el gesto de mantener al cliente contento mientras espera. No entiendo estas fórmulas de llevar un negocio. Comprendo que puede ser estresante tener mucho público (cosa que no estaba pasando) y que ser camarero, cocinero y demás puede llegar a ser complicado, pero es que no hubo ni un mínimo esfuerzo por parte de los trabajadores. En resumen, por mucha recomendación que hubiera, dudo que les vuelva a dar una oportunidad.

No pienso perder demasiado tiempo escribiendo sobre este lugar. Recomendado por algún lugareño (encantadores, por cierto), pero desde luego, si fuera por mí, diría que por muy DE LUJO que fuese la comida, no se les ocurra tener este local como primera opción. El trato y la atención del personal, pésimos. Desde el primero hasta el último. Y de la comida, ¿qué puedo decir? Pues ni idea, porque después de más de una hora esperando para conseguir una mesa (las cuales estaban vacías), tuvimos que irnos porque nadie nos sirvió ni una simple tapa junto con la copa que pedimos mientras decidíamos esperar, a pesar de la insistencia en decirnos que iba para largo (diría que había poquitas ganas de trabajar). En definitiva, lo único a su favor son algunas vistas por donde está ubicado, pero ni por eso volvería; hay muchos rincones del pueblo mucho más preciosos para detenerse a ver.