Antidoto - Laredo

De postre, tomamos pastel de queso y chocolates líquidos. Ambas cosas estaban maravillosas; el pastel de queso puedo decir que es el más rico que he probado en mucho tiempo, además de llevar una galleta y un helado que hacían el conjunto irresistible. Los chocolates también estaban muy ricos. La factura final por los tres platos, dos postres y una botella de agua fue de 46€. Sin duda, aseguramos volver para probar más cosas del menú, además la atención fue buena, apenas tuvimos que esperar entre cada plato y, al empezar y terminar la comida, nos ofrecieron unos chocolates, ¡todo fenomenal! Sin embargo, hay dos puntos negativos en nuestra visita: el primero es que no tienen tronas para niños y el segundo es que nos colocaron en una mesa justo al lado de la puerta de entrada, donde había un montón de mosquitos. Repetimos la visita el 17 de abril de 2017, aunque en Google aparece como cerrado, puedo asegurar que no es el caso. Volvimos y disfrutamos incluso más que la primera vez. Además, notamos que había más personal trabajando, y en esta ocasión las dos camareras fueron muy amables y simpáticas. ¡Altamente recomendada!

Fue mi primera vez en este restaurante y me lo recomendaron. Está en el mismo centro de Laredo, un lugar pequeño pero muy acogedor y agradable. La decoración es contemporánea y bien cuidada. Pedimos chipirones con espuma de limón; aunque el plato no es complicado, la presentación es muy atractiva. También recomiendo el salmón, que estaba exquisito, así como la hamburguesa con trufa y parmesano. Los precios no son baratos, pero se paga por la calidad. Definitivamente lo recomendaré y si vuelvo, repetiré, ya que tengo muchas ganas de probar los chocolates de postre. Su carta no es muy extensa, pero la calidad de los platos compensa. El personal es muy amable y servicial, aunque solo había tres personas trabajando, lo que hizo que, cuando el lugar estaba lleno, tardaran mucho en atendernos. Creo que necesitarían incorporar a otra persona.

Muy buena experiencia, probamos un montón de cosas que comimos: gyozas, croquetas, una bebida muy divertida con espuma de limón, y su versión de pastel de queso nos conquistó. Tal vez un poco caro.

La cocina Alvaro es un placer. Siempre perfecto. una joya en el lado antiguo de la lavanda. el servicio, de primer orden, un placer de comer allí. Si quieres disfrutar de comer a la derecha, no sólo se recomienda, la visita es inexcusable.

Genial, sitio encantador, servicio amable, atento y super rápido. Los platos de altísima calidad y elaborados a la perfección. Un lugar y comida que se sale de lo común de lo ofertado en Laredo. Parada obligatoria en esta villa marinera.