Barracuda - Cuauhtémoc

El lugar ofrece carne libre de hormonas y de primera calidad. Sus chili fries con cheddar son un must. El servicio es tan bueno que a veces acosan. Pero nada que no pueda mejorar con capacitación.

Vente programado para comer en forma, las malteadas están nice, las hamburguesas la que pidas, también el sándwich, en general todo esta deli. El sitio se ve super estilacho de los 50. Vayan

¿Quieres que te hagan esperar más que en otros lugares? El Barracuda solía ser un lugar muy rico y no tan caro ni tan barato y su atención era espectacular. Ya van dos veces que por sentarme en la barra -por ir solo- me llevo la sorpresa de que si lo haces te van a atender mal y lento. Encima vas a estar mal sentado pues a pesar de ser alto, las sillas están muy separadas de la barra. Además, los meseros no les importa inoportunamente con sus platicas pues estás en SU PASO y PRÁCTICAMENTE TE hacen sentir que estorbas. La primera vez tuve la suerte de quejarme con el gerente en turno y ya francamente sólo deseando terminar de comer -pues ya se habían tardado mucho en atenderme- me sorprendí pues él se disculpó diciéndome que mi hamburguesa y bebidas iban a ser gratis. Lo cual agradecí y por eso decidí regresar en esta otra ocasión. Sin embargo, al sentarme en la barra y recordar que estaba muy incómodo por todo lo que mencioné antes, preferí moverme a una mesa pues el lugar no estaba lleno. ¡Oh, error! Nadie se percató de esto y después de ver que atendían a dos personas antes que a mí y le traían sus hamburguesas llamé al gerente quien no sabía ni qué estaba pasando. Se disculpó y dijo que iba ver qué era lo que pasaba pero cuando llego a ver la comanda me di cuenta de que nadie había pedido mi hamburguesa. Obviamente MUY molesto dije me salí de lugar. En México se nos olvida que no nada más lo rico de los alimentos es importante en el momento tan maravilloso que es comer - y tengo que admitir que las malteadas y hamburguesas del Barracuda son muy, muy ricas-, sino la atención singular de los meseros, y especialmente el orden con que se atiende a las personas, esto último es lo que distingue a un buen lugar de un fiasco, como el que tuve en el barracuda, lugar al que no pienso regresar nunca más.

He ido visitando este diner desde el 2013 y es verdad que me gustaba mucho mas antes, pero sigue siendo una gran elección para comer una rica hamburguesa con papas de camote, sirven una buena mostaza dijon si la pides pero el personal ha ido cambiando mucho y cada experiencia ha sido diferente en este sentido. El lugar es muy agradable aunque los bancos son muy bajos (o las mesas de los booths muy altas...) los banos son cool y me encanta su pared roja!

Esta limpio y bonito, pero nada sorprendete, conoci otro lugar que apesar de estar en una zona no "nice" es mucho mas interesante, en realidad te transporta a otra epoca. para conocerlo esta padre, para regresar no lo se.