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Contribute FeedbackLa verdad es que me sorprendió que una antigua cafetería, conocida por ser un punto de encuentro de personas de cierta edad (ciertamente avanzada), se haya transformado en un restaurante-churrasquería. Lo primero que me llamó la atención fue que no se había cambiado nada de la antigua actividad: el suelo sucio, el mismo mobiliario, las paredes y techos con desconchones del mismo color, pero sobre todo un olor nada agradable, seguramente fruto de no dar una mano de pintura a las paredes y techos. Eran aproximadamente las 13:00 horas y también me sorprendió que no había, al menos, movimiento de empleados preparando las comidas. Cuando le preguntamos al que parecía ser el encargado del local si acaso ese día no abrían, nos dijo que sí, que de hecho ya estaban abiertos. Así que pedimos un café (muy malo) para disimular y nos fuimos con la convicción de que no volveríamos a pisar por allí. Por eso me resulta perplejo ver las buenas opiniones que tiene el lugar. En fin...hay gustos para todo.
Fuimos tres adultos con dos niños de 5 años, y por cada uno de ellos había que pagar 9€ y bebida a parte. Teniendo en cuenta la cantidad que comen y que la carne les cuesta masticarla, se les hace bola, etc. y lo más que comieron son las guarniciones, me parece un precio un poco elevado . De resto está muy bien. La carne es buena y te la sirven con arroz blanco, papas fritas, polenta y ensaladilla. Puedes comer toda la carne que quieras y repetir, pero no sé si se puede repetir guarnición
Han tomado todas las medidas de precaución y el restaurante está muy limpio y cómodo. La comida es muy sabrosa, el trato es cercano y familiar. Para aquellos que extrañan el Restaurante Los Rodeos, ¡este es el lugar indicado! Son los mismos gauchos que sirven una deliciosa carne a la espada. ¡Altamente recomendado ahora que los negocios están volviendo a la normalidad!
Me ha encantado. Como el antiguo Rodeo y con su esencia intacta, han vuelto y puedo decir que me fascina este lugar. Tienen un buffet con ensaladas y diversos entrantes, además de llevar a la mesa papas fritas, arroz blanco y su polenta. Luego van pasando con sus típicas espadas con pollo, chorizo, bacon con queso, picaña, picaña con ajo, costillas, lomo con salsa de barbacoa, lomo con piña. Y el toque final a una buena comida es su carro de postres, donde podrás elegir una gran variedad, como tarta 3 leches, tarta de galletas, polvito uruguayo, mousse de mango y un largo etcétera. Sitio totalmente recomendable y con un alto aforo. Lejos de decaer se han renovado.
Basta con decir que los hemos ido persiguiendo por donde han ido. Han cambiado de local varias veces en los últimos años, pero son los mismo de siempre, desde la primera Churrasquería. Para los que no los conozcan, gran variedad de carnes, de ensaladas, de guarniciones, y todo de una calidad excelente. Todo los camareros maravillosos y te hacen sentirte como en casa. En mi familia siempre celebramos los cumpleaños allí y además solemos ir con asiduidad y seguiremos haciéndolo, porque de verdad que no se puede comer mejor. Como recomendación personal: lomo con queso, carne de res y polenta frita...