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Contribute FeedbackLa amabilidad y la buena comida se desbordan en este maravilloso rincón. Un verdadero placer visitarlo y completar una verdadera experiencia asturiana con las fabes, el pote y la sidra. Ye una apuesta segura.
Pocos sitios encontraréis como este! Un lugar tranquilo, acogedor, la comida está riquísima pidas lo que pidas. El trato es una pasada, te da la sensación de estar en casa de tu madre. Hemos estado ya dos veces y volveremos sin duda : GRACIAS!
Un bonito ambiente campestre, la comida deliciosa y la atención de primera. Es bonito llegar en bicicleta, parquear, comer y sigue tu camino.
Lugar con encanto, nos recibieron muy amables, tanto la cocinera como la chica súper apañada del vaquero y jersey negro ! Me sentí como en casa y mis hijos encantados con Blas De comida pote asturiano excepcional) y trío de cachopos, ummmm que delicia. Menú infantil muy rico con filete empanado, patatas y huevo,postre y agua. Si volvemos a la senda, repetimos, gracias familia
La comida perfecta, servicio muy amable, todo genial! Recomiendo!
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