Casa Jaime - Peníscola

Sencillamente el mejor restaurante gastronómico de Peñíscola. Aquí se viene a disfrutar de la comida, sin mas. Local sencillo ubicado frente al paseo marítimo, cerca del castillo, con una decoración correcta que pasará a un segundo plano y de la que no te acordarás al salir, como debe ser. El servicio es excepcional. Camareros muy amables y cercanos que te recomiendan en base a tus circunstancias, sin engañifas, y conocen perfectamente y han probado cada plato que ponen en la mesa. La cocina, de respeto máximo al producto, de primera calidad y perfectamente elaborado y presentado en el plato. Sin artificios, que aquí se viene a disfrutar. Especial mención a los arroces, de tradición marinera y arraigo local, que resultan exquisitos en sabor e impecables de cocción. Ojo, no es el sitio indicado para pedir un arroz con bogavante, aquí se viene a probar lo que los hace únicos, su cocina tradicional adaptada a los tiempos actuales. Carpaccio de gamba roja, ortiguillas rebozadas o erizos de mar son un deleite para el paladar, una fiesta para los sentidos. Producto, técnica y servicio. Sin artificios, sin medias verdades y sobre todo, sin corbata. Ahí se va a disfrutar de la buena mesa, en chanclas y pantalón corto, como debe ser. Cocina marinera, de mercado, de tradición, y con una técnica que hacen que todo parezca fácil. Y de arroz, qué arroz. Seguramente, uno de los mejores restaurantes de la provincia.

Aquí os dejo algunas fotos de los manjares degustados: dos tipos de arroz, calabuch y uno con erizos gambas y cebolla tierna buenísimos. El carpaccio de gamba roja espectacular y los postres a cual mas bueno: sorbete de mandarina, helado de queso de cabra con crema de membrillo y crepe de chocolate, sin palabras. Pero sin duda, el rey de los postres el helado de queso de cabra.

Mi experiencia fue fantástica. Deguste unos exquisitos erizos de mar, pulpo a la brasa y langostinos de Peñiscola a la sal. De segundo Lubina pescada en caña fantástica al horno con patatas y Azafran. Postres caseros cual mejor, me decidí por la tarta de Manzana agridulce. Una experiencia increíble para el paladar....

El arroz Calabuch es espectacular, pero su Carpaccio de gambas rojas con cebollino y almendras no lo es menos y su tarta de naranja acorde con el resto de los platos. También probamos sus croquetas de erizo de mar y sus buñuelos de bacalao y también perfectos. La atención a los clientes es de primera y sus vinos tremendamente acertadísimos.....por no hablar de las vistas que tiene al castillo de Peñíscola. Cierto es que es un poco caro, pero lo vale, quizá no es para ir a diario, salvo si tu poder adquisitivo te lo permite, pero no se puede ir a Peñíscola y no disfrutar de este lugar, sus manjares y su atención. Volveremos!P.D. Fuimos con nuestro hijo de año y medio y se desvivieron por atendernos a la perfección. Solo puedo dar las gracias!

Restaurante de mucha calidad enfrente de la playa de Peñiscola. Necesario reservar! Lo primero que destaco es la amabilidad de todas las personas que trabajan ahí (empezado por Jaime, el dueño . Las recomendaciones que nos hicieron fueron muy acertadas! Pedimos 2 entrantes: las anchoas (increíbles!!!! y acompañadas con pan y tomate y un guiso de setas y sepia de la zona q estaba fuera de carta. De segundo probamos 2 arrozes: Calabuch (espardenyes y ortiguillas de mar y Columbretes (con temas de erizo y gamba roja…auténtico sabor a mar! . Los arroces son aptos para celiacos Sin duda, para acabar de postre no dudes en pedirte la torrija…de las mejores torrijas que he probado nunca! Enhorabuena a todos los que trabajáis allí, gran trabajo!!