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Contribute FeedbackNos han hecho esperar una hora sin ofrecernos ni las bebidas y cuando nos hemos quejado ha venido la camarera a decir que teniamos poca paciencia para estar de vacaciones. Cuando pensábamos, hora y media mas tarde, que la camarera venía a tomar la comanda, nos ha dicho que en la terraza no le dejaba el dueño servir mas mesas y si queríamos ir dentro. Le hemos dicho que no y nos hemos tenido que ir sin comer. Un sitio para no ir. Atención deplorable muy desagradable.
El trato del dueño a la señora que atendía en la terraza fue degradante. Es un déspota y se lo dijimos. La empleada se quejó de que ese maltrato es continuo. Sólo estaba el dueño y ella para atender el comedor y la terraza.
La recepción es vergonzosa, maltrato a los clientes y comentarios xenófobos, especistas, y machistas. Por cierto, están prohibidos los perros y los lazos amarillos. Vamos, un energúmeno.
Como hotel no lo conozco, pero lo que es el restaurante y servicio deja mucho que desear, encima carísimo.
Comimos muy bien y el trato fue inmejorable, a las faldas de la plaza de Peñaranda de Duero