Las Palmeras - Oviedo

Estupendo menú del día, muy bien servicio, Los findes buen menú especial acorde calidad y cantidad, estupendo el comedor y el personal

Algún camarero nos contó que no tenían seguro...aunque fueran a trabajar fin de semana...me parece ridículo tener a la camarera sin asegurar,en el siglo en el que vivimos,

Mi mujer y yo, después de una mañade compras en Grao, decidimos de la que volvíamos a casa, comer en este Bar que habíamos conocido de casualidad hace 1 año... y bendita idea parar allí. Comimos en la terraza al sol. La chica que nos atendió, muy amable y profesional siempre atenta a nuestras necesidades que estuviéramos agusto, y que todo estuviera a su tiempo. Tomamos una jarra de sangría de sidra que hacía tiempo que no tomaba una tan buena. Comimos de carta, una ensalada mixta, un queso de cabrá rebozao increíble de sabor, y un clásico... pollo al anillo que teníamos el apetito de ello y estaba buenísimo. Rematamos con una tarta de queso deliciosa. Precio muy competitivo, sitio grande con prau pa estar agusto, comiendo o tomando algo. Por supuesto repetiremos.

Lo encontramos de casualidad y y fue un gran descubrimiento el sitio muy agradable los camareros encantadores y la comida casera y muy buena comimos un menú y estaba riquísimo fabes con marisco y pastel de cabracho y de segundo salmón y carne guisada, buenísimo todo y los postres de 10

Perfecto para disfrutar de un día de sol comiendo en su merendero o en el comedor acristalado, con ventilación suficiente para no pasar ni gota de calor. En cuanto a la comida, las croquetas de jamón, de escándalo, cremosas y con jamón, que a veces las pides y no sabes de qué son. La hamburguesa de buey con queso azul, para hacerle la ola, con cebolla caramelizada, tomate, patatas y una salsa picante fabulosa. Puedes pedirla con pan, o como nosotros, en plato. Las costillas, abundantes, bien de ajo y también con su buena dosis de patatas. Los escalopines he de decir que los prefiero con el rebozo tradicional, pero estaban ricos, el único pero, la salsa, con poco sabor a queso azul y muy líquida, pero estoy segura de que la mejorarán. Y en cuanto al postre, ay madre mía, la mejor tarta de almendra que comí en mucho tiempo. Y para finalizar, mención especial al camarero, un chaval fabuloso que contribuyó a que la comida fuera perfecta. Volveremos, por supuesto.