Casa El Chato - Oviedo

Una excelente opción, comida tradicional de alta calidad, este restaurante tiene pocas opiniones pero merece muchas y buenas. Es recomendable reservar si se va en días festivos o puentes para no quedarse sin lugar. Fuimos el sábado y había un menú que incluía: 1° fabes, tortilla de bacalao, pisto y ensalada, y de 2° lechazo, cachopo y rabo de toro. De postre: arroz con leche, tarta de queso, tarta de mascarpone y otras delicias caseras. Destacar que el lechazo estaba espectacular, no hacía falta ni cuchillo, se deshacía solo, y el cachopo estaba muy rico. Cabe mencionar que soy celíaca y me cambiaron el segundo plato por un entrecot a la plancha. Recomiendo especialmente las fabes, si les gustan, están increíbles. Es un lugar con comida casera que ya es difícil de encontrar. Adjunto fotos de todo.

No había ido nunca, y desde el primer momento me pareció todo un clásico. Todo buenísimo, fresco y casero. No tiene muchos platos, puesto que es todo fresco y de temporada. La dueña es un encanto, y tiene un vino de la casa espectacular.

Comida casera con productos seleccionados con mucho cariño. Regentado por una señora encantadora. Fabes con setas y langostinos, rollitos de ternera, arroz con calamares de verdad, una ensalada de jamón con tomate regada con un aceite excelente. Todo riquísimo! Se recomienda llamar con antelación, ya que es un sitio pequeño y muy familiar.

Excelente cocina casera. Hemos probado las fabes con setas y langostinos, calamar de pota en su tinta con arroz, carne gobernada con puré de patata, cabrales y flan. Todo por 58€. Habrá que esperar al otoño para probar el guiso de pitu porque aquí toda la cocina es de producto de temporada. Mercedes la dueña y cocinera una mujer entrañable.

Es triste ver como un restaurante que en pleno apogeo aglutinaba personalidades, médicos, empresarios y algún famosillo, termina en estas condiciones. La cocina sigue muy buena pero el querer estar entre fogones y sirviendo y a la vez recibiendo y atendiendo la barra... Ya no. La imagen triste, decadente, reflejo de lo que fué y ahora es. Arroz de Calasparra con almejas de Carril, arroz con calamares, desarme (garbanzos con bacalao, callos y picadillo) platos riquísimos que se pueden probar. No busquen más pues no lo hay