Maya Bar Beach Club - OTHÓN P. BLANCO

Los dueños, Abel y su esposa, muy amables y atentos. La langosta muy sabrosa, buenas bebidas. Sólo fuimos a pasar medio día para conocer el lugar preparando una próxima visita. Nos dieron mucha información útil. La música excelente, lo mejor en esa zona, un cantante con su guitarra tocando pura rola clásica en inglés. Pasamos un día relajado y a gusto.

Muy lindo agradable muy buena onda de los mozos. Riquísimo camarones al coco. Y espectacular la música en vivo de David.

Los meseros te están acosando para a fuerza consumir en cada vuelta que dan a la mesa. Los previos son excesivos y la comida no tiene buen sabor. Realmente no lo recomiendo !

Sent by Mayahual Golf Carts to have lunch here, we were a little hesitant and were prepared to re-board our little cart and look elsewhere. Boy, that would have been a mistake!Upon arrival (their sign even says "Welcome Golf Carts") we noticed a parking lot jammed with cars owned by locals - an EXCELLENT sign always.After giving our cart Rock Star Parking, we were escorted to our thatched umbrella right at the edge of the beach. The weather was gorgeous - warm, reasonable humidity and strong breezes blowing off the water. Ideal.Although our waiter only spoke broken English, with the help of an English language menu we were able to order three dishes: a ceviche, meat-filled empanadas with spicy sauce and fried plantain and bananas. It turned out to be one dish too many. But the taste of everything was excellent.So, as we sat there enjoying our food with some local Mexican beer, the scene around us was very interesting and always changing. Merchants came walking along peddling their wares - the mall was coming to us - and families were out for a nice lunch and a swim.The furnishings? Well, the best white plastic Corona Beers could furnish :)) Just didn't matter. It was all comfortable enough and the overall ambiance was unbeatable.If you'd like to eat some genuine local food in a place that's obviously loved and supported by the locals, then this is it.

Este fin de semana estuvimos en Mahahual, el lugar por si solo es mágico, y su gente lo hace aún más. Llegamos el sábado temprano con ganas de estar en la playa mientras nos entregaban nuestra habitación en el hotel. Caminando encontramos este lugar, Jorge uno de los meseros nos llamo, nos mostró la carta y nos convenció de quedarnos ahí, y no nos equivocamos. Si bien tienen una área de playa pequeña, sin embargo no se necesita más. La comida es excelente, probamos el aguachile, ceviche, langosta, pescado frito y todo exquisito. Las margaritas son muy buenas, pero lo mejor de todo es el precio. Comimos y bebimos 4 personas por 1,500 pesos. El servicio no se diga, Jose uno de los meseros muy amable y servicial! Tanto nos gusto que regresamos al siguiente día. Lo recomendamos al 100%