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Contribute FeedbackAunque se puede comer bien (bocadillos, platos combinados, torreznos), el olor nauseabundo de los baños inunda todo el local. Además, exceptuando una camarera muy amable el resto de los camareros son muy desagradables. Una pena porque está muy bien situado y es un punto estratégico para hacer una parada, comer y repostar pues en la explanada hay una gasolinera de BP.
Se suele comer bien incluyendo vino y café. Estupendo menú con un vino muy decente, el café aparte también bueno. Relación calidad/precio alta y buen servicio. Como pegas los servicios necesitan renovación urgente y el comedor algo fresco en invierno. Pero si das prioridad a la comida es un sitio bastante bueno para tomar un buen y variado menú.
El restaurante bar del hotel en la carretera. Malos modales del camarero. Comida de carretera a precios de carretera. No hay razón para regresar.
La valoración del sitio sacaria una aprobado justillo por la comodidad de parar allí en el trayecto Madrid Zaragoza . La comida escasa de variedad aunque aceptable. El trato de los camareros especialmente el más joven lamentable. Con mascarilla en la boca y nariz al aire. Parece que te están haciendo un increible favor cuando pides algo de comer. Increiblemente tiene las ventanas las posibilidad de ventilar por la parte de arriba pero permanecen cerradas siempre.Si quieres abrir una ventana para ventilar te puedes encontrar con la negativa de otros clientes que no saben que estamos en un pandemia. El tema de la ventilacion del que hacen caso omiso los camareros en estos momentos me parece determinante para poner esta opinión y para no volver a parar.
Las lentejas tenían de todo menos lentejas, llena de tropezones que a saber qué eran. La sopa de cocido era caldo de sabor fuerte con pasta pasada. El arroz con leche suuúper aguado, con sabor raro. El trato por el camarero mayor y la señora era seco y desagradable. Y para terminar el café sabor quemado.