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Contribute FeedbackEste restaurante, que no es muy grande pero tiene un encanto muy especial, nos recibe con una vitrina en la que se muestra una figura que representa al famoso pastelero Carlos "El Rey de las Tartas". Es realmente impresionante ver la gran cantidad de fotografías que adornan las paredes de este casi otro museo del Maestro Pastelero que se graduó en París en 1981, donde se pueden encontrar imágenes del Rey Don Juan Carlos y Doña Sofía, presidentes, actores, escritores, novelistas, premios Nobel de Literatura, profesores universitarios, tenistas, actores, actrices, famosos artistas y cantantes, y muchos otros que hicieron famosa la deliciosa tarta de este dulce rey. El olor a caramelo, almendras y mermeladas hacen que el lugar sea realmente acogedor, perfecto para las tardes de invierno junto al fuego con una taza de chocolate caliente y un pedazo de tarta de frutas, ese chocolate espeso que mi padre solía hacer cuando era pequeña, ese chocolate en el que la cuchara se quedaba parada en el centro de la taza, y lo acompañábamos con vainillas o unos deliciosos bollos untados con mermelada casera. Estoy escribiendo en la hora del té y me detengo aquí porque aquellos que me lean querrán dejar todo lo que estén haciendo para darse una vuelta por la heladera.
No se puede dejar de visitar Mondoñedo sin pasar por este establecimiento.
This place, not too big, but with a very special charm receives us with a stained glass window in which it looks like a doll that reproduces the famous carlos pier “The King of the Tarts”. It is really remarkable to see the immense amount of photographs that cover the walls of this almost another moeo of those that were received as a pie teacher in Paris where you can find photos of the king don juan carlos and the dream doña, of presidents, actors, writers, novelists, nobel literature awards, university professors, tennis players, actors, famous figures of art and song. The scent of candy, almonds and confections makes the place a very cozy space, winter nights in front of the fire with a cup of chocolate and a piece of fruit pie, that very thick chocolate my father used to make when I was little, that chocolate in which the spoon was in the middle of the cup, and we accompanied with vanilla or some rich glasses tied with homemade jam. I write at tea time and stop here because those who read me will want to leave what they're doing to look at the fridge.
You can't stop visiting dolls without going through this establishment.