Il Capo Bar - Martínez

Es un lugar poco promocionado, que de afuera no dice nada, y adentro está muy bueno. Tiene mesas de pool y muy buena ambientación y música. La carta es bien de bar, muy completa en las bebidas y para picotear en las comidas. Precios normales.

Si van a Il Capo, tienen que pedir el trago A tout le Monde y ver como el barman lo prepara en la barra. Es realmente un trabajo artesanal pensado hasta en el mas minimo detalle. Aunque no es un trago barato (160pesos) recomiendo probarlo.

Suelo ir a Il Capo al menos una vez por mes. Es un lugar perfecto para jugar un pool y/o tomar cervezas o buenos tragos. Tambien se puede cenar, la carta contiene principalmente pizzas, sandwiches y algunas cosas para picar (fiambres, nachos, alitas de pollo, etc). La atencion es muy buena y dado que no es una zona de bares, siempre hay agun lugar para estacionar cerca del lugar. Lo peor que te puede pasar es que este muy lleno y no tengas mesa ni lugar en la barra, cosa que suele ocurrir los viernes y sabados alrededor de la 1-2 AM. Es un bar que recomiendo muchisimo.

Il capo existe hace más tiempo del que pueda contar. Escondido cerca de la plaza de Martinez siempre dió la impresión externa de no ser mucha cosa, pero eso, es lo que lo hace mejor una vez que cruzás la puerta y te metes de lleno en un sinfín de cachivaches colgados, mesas llenas, y un pool bien apretado. Es realmente una joyita del barrio, se llena de conocidos y cuando digo se llena, hablo en serio: si no vas antes de la 1 ya se complica encontrar lugar para sentarse. Abren casi todos los días y en la semana es un cálido lugar para compartir una cerveza tranquila mientras jugas al pool. Por cierto, los fines de semana se hace imposible jugar ya que se llena de gente y al ser tan chico terminás pidiendo permiso para poder hacer la jugada. La carta es bastante completa, papas, hamburguesa, pizza, picadas, todo de buena calidad, y un sinfín de tragos de autor para sorprenderse. Il capo tiene una mística difícil de describir, se respira amistad, encuentros y nostalgia.

Durante mucho tiempo pasé por la puerta pensando que sería un tugurio de mala muerte, y no entraba, ya que de afuera solo se ve una puerta negra. Pero un día me animé y no lo podía creer, un bar excelente, con buenísima música, pool, buena carta para cenar (estilo pub) y buenísimos tragos. Está medio escondido, pero adentro es enorme y tiene mucha onda.