Micota - Madrid

Hemos estado comiendo un grupo de gente de la oficina en este restaurante que no conocíamos y nos ha encantado. Desde la comida tipo parrilla de carnes y pescados hasta el magnífico servicio que nos brindaron los camareros, muy simpáticos. Un detalle que me encantó fue la fondue de chocolate Toblerone, deliciosa, y un pastel casero llamado Tres Leches Supremo.

Fuimos 6 personas a celebrar mi cumpleaños esta semana, ya que leímos muy buenas críticas aquí, pero debo decir que fue un desastre. La carne estaba muy pasada, a pesar de pedirla poco hecha. Después de esperar 20 minutos, nos la trajeron fría de la nevera y nos dijeron que el cocinero estaba de vacaciones. Pedimos algunas bebidas y terminamos de comer antes de que llegaran. Aunque se disculparon varias veces, 3 de los 6 nos fuimos sin cenar. Lo único bueno fueron las hamburguesas. Fue una decepción total. No sé si tuvimos mala suerte, pero no lo recomendaría en absoluto, especialmente para una celebración. Me basé en las críticas de aquí y arruiné la cena de mi cumpleaños. A ninguno de los 6 nos gustó.

Micota situado en el barrio de salamanca, es un lugar informal para degustar una fantástica cocina a la brasa, quizás se pudiese tipificar como cocina gallego-mexicana, las raciones son generosas y el precio muy acorde a su calidad precio, en nuestra ultima visita entre otros platos tomamos un perfecto pulpo a la brasa, quien sea habitual de este plato sabrá lo difícil que es darle ese punto para que no quede seco, ya que la brasa lo suele deshidratar, pues el Micota es una de los que consiguen mantenerlo al punto ideal. El vino que tienen de mesa es un vinito que no esta nada mal para el precio que tiene, me gusta sentir esa explosión maloláctica maridada con una buena carne a la brasa, no obstante si que es verdad que al menos en la fecha que fuimos nosotros, podríamos decir que su especialidad no es el vino, de hecho cojeo un poco el tema de temperaturas y las copas de servicio, en mi opinión no es el mejor lugar para disfrutar de las sensaciones que nos aporta un buen vino, no obstante me reitero el vinito que tienen de mesa ofrece mas incluso de lo que se pueden ofrecer de marcas mas asentadas en el mercado. Por ultimo me quedo con el extraordinario servicio, el cual sin ser agobiante mantienen una constante preocupación por que salgas satisfecho. En definitiva, Chapó por el Micota!!!

Micota es uno de mis restaurante preferidos aquí en mi zona de Salamanca, pues encuentro variedad de platos a buen precio y de un sabor muy agradable, podría decirse que muy casero, ademas el ambiente es muy agradable, la remodelación que han hecho le sienta muy bien al sitio pues se siente mas amplitud, al tener mas vista hacia el exterior y al que quiera fumar una buena terraza.

Micota se encuentra en la calle Castelló, nº 18, muy cerca de la parada de metro de Príncipe de Vergara, y también de la de Velázquez. Está ubicado en pleno barrio de Salamanca, en una zona llena de tiendas caras y buenos restaurantes, por lo que tiene que estar a la altura de esta zona. El local es bastante grande; al entrar, tienes un pasillo largo con una barra a un lado y algunas mesas. Antes de llegar al salón, también se encuentran los baños, limpios y nuevos. Al fondo está la zona de mesas, que continúa con otro salón más al fondo. La decoración, en tonos blancos, es moderna, cuidada y agradable, creando un ambiente acogedor. El personal es muy amable; uno de los camareros nos explicó detalladamente el contenido de varios platos con simpatía, y el que parecía ser el dueño se aseguró varias veces de que todo estuviera a nuestro gusto. Te hacen sentir cómodo y sirven relativamente rápido y de forma eficaz. En cuanto a la comida, la clasificaría casi con un 10, ya que todos los platos que hemos probado han sido casi perfectos. El restaurante ofrece una fusión de cocina mejicana y gallega, con platos variados y sabrosos. Los entrantes incluyen platos como pinchos de chorizo, cremas y sopas, nachos, ensaladas y tacos, entre otros. Los platos principales son contundentes y variados, con hamburguesas, brochetas de carne y sándwiches, todos basados en la especialidad de la casa: las carnes. Los postres son la parte más floja, con opciones habituales que no destacan mucho. En cuanto al precio, no es barato pero tampoco es excesivamente caro. En resumen, Micota es un restaurante diferente con una comida bien preparada y precios razonables para la calidad y cantidad servida. Es un lugar al que he visitado dos veces y seguramente no serán las últimas.