Los Laureles - La Plata

Una excelente opción para disfrutar, en nuestro caso fue una cena. Todo muy bueno, la atención para la reserva, la ambientación del lugar, la atención de las mozas, buena carta de vino, cervezas artesanales, moderna carta y realmente la comida muy buena, la ternera al horno de barro estaba increíble y el pechito de cerdo igual. Hay meriendas y opciones por días, seguro volveré algún jueves a las catas. Mis felicitaciones, son pocos los lugares que sorprenden gratamente en La Plata últimamente.

Recorriendo TripAdvisor, encontré este peculiar lugar que llamó mi atención no sólo por las imágenes de las presentaciones de sus platos sino por su ambientación llena de arte y vanguardia (ya que, con mucha altura y atención, mezcla el concepto moderno y el sofisticado). Entonces, le comenté a mi novio la idea de cenar allí y festejar nuestro primer mes juntos. Por suerte, accedió!La recepción y atención es muy cordial y agradable; teniendo un punto a favor en la digitalización de sus comandas, lo que facilita muchísimo la entrega de los pedido a los comensales.Un detalle pequeño a mejorar es la falta de servilletas de tela acorde a los diferentes sectores; pues me encontré, para mi sorpresa, con una servilleta de papel por comensal (algo que realmente desentonaba con los bellos copones, manteles, caminos, sillones y cubiertos). No obstante, en el ambiente más jovial de la casa (decoradoro con unos vinilos a suerte de platinas -o individuales- y también de servilleteros, unas mesas más largas destinadas a grupos y sillas contemporáneas de aluminio de diferentes colores), ese detalle en las servilletas no quedaba fuera de lugar.Los panificados y el curri de zanahorias es un entremés de lo más interesante por su elaboración artesanal y dedicada.La comida merece una mención honorífica: sabores bien definidos que se comulgan en un equilibrio muy bien ideado y conducen al disfrute de los paladares! Eso es, sin lugar a dudas, un logro que no se puede dejar de resaltar porque es clara la visión, desde el momento en que se lee la carta, de que el respeto por las materias primas, los platos pensados con consciencia y el maridaje de las bebidas ofrecidas deben converger en una armonía singular.Detalles que hacen la diferencia: la limpieza de todo el lugar, la música en un volumen acorde que permite conversar y disfrutar de la estadía, ambientes para quienes fuman que no están descuidados en su decoración y aseo, iluminación cálida y percheros individuales para no estar con los abrigos hechos un acordeón sobre las sillas, promociones en tragos y comidas y eventos.Todo el conjunto hizo que esta primera visita me ayude a recomendar el lugar y a querer regresar!

Le falta un empujón para que funcione mejor. Entre otros detalles, Carne con papas en un plato hondo....el restaurante da para más...

Excelente atención!!! Muy buenas las pizzas y la vermutería(los tragos)... El ambiente, especial! Un lugar con clase para disfrutar en pareja o con amigos... Muy recomendable! Volveré!!!!

La ambientación es muy agradable. Las mesas están separadas a una distancia adecuada y se puede comer sin escuchar conversaciones ajenas. La atención fue correcta. No hay muchas opciones en el menú pero realmente es variado y seguramente encontrará algo de su gusto, incluso vegano. La cocina fue muy lenta, pedimos el plato del día (paella) pensando que saldría rápido pero demoró 45 minutos, y aunque estuvo sabrosa, el arroz estaba muy pasado.