El Gurugu Terraza - Guadarrama

Hace 5 años fuimos y quisimos volver porque teníamos buenos recuerdos. Sin embargo, no fue una buena idea. No solo tuvimos que esperar mucho a pesar de tener reserva, sino que entre ellos, la armonía no fluía precisamente, discutieron varias veces. La cuenta fue excesiva. No volveremos. Una gran decepción.

¡Amé este lugar rodeado de naturaleza, realmente... ¡espectacular!. Unos amigos nos lo recomendaron y superaron nuestras expectativas. Los niños se divirtieron mucho jugando. Pedimos hamburguesas con patatas para ellos y quedaron más que satisfechos. Nosotros pedimos carne de buey que estaba deliciosa, tierna y sabrosa, acompañada de un vino Ribera del Duero que completó la experiencia. Cumplen perfectamente con las medidas anti-covid en su interior. El personal fue muy atento y amable en todo momento, realmente nos invita a repetir. ¡Muchas gracias!

Hemos visitado este restaurante varias veces y la experiencia sigue siendo tan extraordinaria como siempre. El entorno es inigualable, rodeado de pinos en un lugar envidiable. Degustar los deliciosos platos que ofrecen a precios razonables y disfrutar de la naturaleza hace de este lugar uno de los mejores de la zona norte de Madrid. Pedimos carne a la piedra y los dueños, muy amables, nos ofrecieron la opción de disfrutarla en su cabaña rústica con estufa de invierno y techo de chamizo. Me encantó la acogedora atmósfera. La carne estaba espectacular, tierna y crujiente, que uno mismo puede cocinar en las planchas a la brasa. ¡Una delicia! La atención es excelente, nos miman como clientes y te hace sentir muy a gusto. Solo tengo palabras de agradecimiento y felicitaciones para el equipo, realmente nos hicieron pasar un día maravilloso.

Os cuento mi pésima experiencia en este sitio ayer, vivimos en la comunidad en la zona sur y estuvimos llamando por la mañana para ir, pues nos habían hablado de él y para los niños era divertido, primero nos dijeron que lo sentían pero que estaban completos y a los 10 minutos nos llamaron para decir que se había quedado una mesa libre, que cuantos éramos (5) y que teníamos que elegir ya la comida (a precio de oro, muy caro), pero era pasar un día distinto. Una vez allí primero entras por una mini cafetería, pedimos unos refrescos, que tuvimos que llevar nosotros en mano y salir a la calle por un pequeño bosque y llegar a una cabaña de piedra muy pequeña, dentro sin ninguna ventilación (sin ventanas) había una familia muy numerosa y la nuestra para 5, sin distancia y ellos tenían dos mesas grandes una con niños y otra para adultos y más de 6 personas por mesa, nosotros nos quedamos perplejos y a los 5 minutos de estar allí, viene uno camarero y nos dice que salgamos y que lo siente pero que la persona que nos ha dado la reserva estaba mala (nos sabemos que día estaba mala, porque la que nos llamó, estaba en la cafetería) y que los otros clientes pidieron que no hubiera nadie que no fuera de su familia en la cabaña, que se habían quejado y que nos teníamos que ir, que lo sentían, después de hacer kilómetros para ir hasta Guadarrama. Nos fuimos sin ni siquiera decirnos adiós, muy antipáticos, unos impresentables y allí ellos sin poner medidas por ley para comer. No lo recomiendo para nada si no queréis coger el virus.

Me voy encantada, muy buen trato y la comida riquisima.(todo en general, pero las croquetas y el chorizo al cuné una delicia) Un lugar al que sin duda volveré. Gracias por todo!!!