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Contribute FeedbackLa atención en este restaurante es pésima. Llamamos para preguntar si podíamos llevar a nuestra perra y nos dijeron que no había problema por la terraza. Al llegar, esperamos 20 minutos en la terraza sin que nadie nos atendiera. Finalmente entramos y nos dijeron que teníamos que hablar con la chica del comedor. Pedí la carta y primero me dieron unos precios y luego otros. No tenían la carta para mostrarme y tuve que conformarme con un menú escrito en un papel. Después de decidir qué queríamos, nadie vino a tomar nota. Finalmente, entré a pedir y me dijeron que teníamos que esperar a la chica del comedor. Después de esperar otros 10 minutos, pedimos un sándwich y una hamburguesa porque no podíamos pasar más tiempo ahí. Nos sirvieron la comida en la terraza, pero sin cubiertos, tuvimos que pedirlos. La camarera nos sirvió de mala gana porque tenía miedo a los perros (mi perra estaba atada bajo la mesa de forma tranquila). Para pagar, tuvimos que esperar otra media hora y además nos cobraron un torreznos de más. En resumen, el servicio es pésimo y la comida es terrible, las patatas fritas eran congeladas.
Aparentemente, este restaurante parecía económico y con comida regular. Sin embargo, nos sorprendimos al ver que tenían dos menús, uno por 45€ y otro por 23€. Optamos por el de 23€, con opciones como brócoli con patatas asadas, ensalada de pasta o lasaña de carne de primero, y bistec, secreto o calamares a la romana de segundo. Ninguna de las opciones era una maravilla. El brócoli con patatas cocidas estaba nadando en un charco de agua, pedimos un plato para separarlo y nos dijeron que se cocina con agua. Aunque entendemos eso, servirlo con el agua es inaceptable. Además de la mala calidad de la comida y el alto precio, el servicio fue pésimo. Además de dar respuestas inapropiadas, se les derramó aceite de los platos en nuestros abrigos. No regresaremos más.
Menú corto, las migas se han quedado enteras en el plato las peores de mi vida las croquetas sabes de qué son por qué te lo han dicho y seguían congeladas por dentro, la pasta con salsa de queso pasables y las alitas de pollo en el 5 justito, la guarnición de los segundos para la vista regula pero para el paladar unas patatas fritas ofrendas. Lo más curioso que con la unica mesa que tenía comensales, a parte de la nuestra le han cortado el traje a otro restaurante. . . Mejor se preocupen del propio y dejen al resto en paz.
Nunca volveré a este restaurante. La comida es terrible en elaboración, presentación y calidad. Los postres industriales son malísimos. Las patatas fritas-refritas son peores que las de una hamburguesería. Lo único que no es malo es el precio, 13,50 € en un día festivo, pero hubiera sido mejor no comer.
Restaurante típico de menú , está bastante bien al lado del parque con una terraza agradable con buen tiempo, ofrecen un menú del día correcto para el precio