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Contribute FeedbackDe vacaciones por este lugar decidimos entrar a probar las comidas asiaticas que ofrecen este establecimiento dónde la atención por parte de su camarera fue muy atento y nos sugerío algunos platos al ser nuesrta primera vez. Por otro lado saboreamos muchos de los platos que había en carta debido a que escogimos la opción de buffet.
La comida esta deliciosa, muy bien de precio y buena calidad. Un sitio muy recomendable
Me dijeron que esperara entre 10 y 15 minutos, terminé congelándome el culo por 15 a 20 minutos más. El sushi de pepino estaba bien, sabía un poco a mayonesa (odio la mayonesa). El wasabi no estaba picante. Lo único bueno fue el sushi de aguacate y la salsa de soja estaba deliciosa.
Lamentablemente, la comida deja mucho que desear en este restaurante. En general, no tiene sabor, el arroz del sushi está frío y pegajoso, y casi todos los platos saben igual. Sin embargo, el servicio es amable y agradable.
De la comida no tengo ninguna queja, de hecho está bastante bueno todo. El ambiente tampoco está mal, aunque es cierto que están discutiendo camareros y encargada cada dos por tres. El problema viene con el servicio en sí, y no es que se trate de un día puntual, ya que me pasa casi siempre que he ido, que habran sido unas 10 o 12 veces (no echo la cruz a la primera como veréis). Se trata de un buffet a la carta. Pides una ronda, y dan por terminada esa ronda cuando a lo mejor te falta la mitad de los platos que has pedido. Se lo vuelves a decir, que faltan, y te vuelven a traer platos y siguen faltando cosas... No quieres volver a pedir en una segunda ronda, por si luego van a asomar con 200 platos, te va a sobrar y encima te va a costar pagar de más. Al final, acabas comiendo nada y menos, porque entre lo que tarda en salir algo, y que luego tienes que estar detras de ellos para que saquen lo que falta, se te pasa el hambre, y acabas pagando 20 pavos por cabeza por nada y menos. El domingo pasado la gente ya se iba hasta sin pagar, porque esa es otra, para pagar te ves negeo. Un despropósito digno de una visita de Alberto Chicote y su equipo de Pesadilla en la cocina. Sintiéndolo mucho, no vuelvo.