Maclura - Cortínez

En la puerta te prometen de todo,una vez que te sentaste se termino todo,por ejemplo el escabeche,y a los clientes le sirven, las esperas entre platos,la parrillada viene toda trozada y fria en un plato,el budin de pan es una flautita mojada en leche.ahh y caliene .un desastre nunca comi tan mal.

Pintoresco el lugar y la ambientación tipo pulpería. Gente amable en la atención. Pero lo escencial la comida regular y en cuanto a la relación calidad precio no es buena. Pago solo efectivo aproximadamente 400$ por persona.

Demoraron mucho en atendernos, nos atendieron mal, la comida no era la indicada en la carta, nos trajeron los platos principales completamente desfasados uno de otro, y la guarnición la trajeron media hora después que la carne. Desastroso

Fuimos a almorzar el domingo Dia del Niño, el lugar se llenó pero porque el pueblo estab a lleno sino no creo que se llegue a llenar este restaurant.A pesar que la carne no falló, el servicio fue deficiente en varios aspectos, entre la picada y la llegada de la carne, tardaron casi 1 hora, cuando llegó la carne, vino sola y a las 10/15 minutos nos trajeron las ensaladas y las papas fritas. El postre del menú fijo es solo budin de pan (flojo). Los mozos parecian muy sobrepasados, era evidente la falta de coordinación y organización en general del lugar. No lo recomendaría.

La pasamos bien porque estábamos sentados afuera con el solcito en la espalda. Pero el servicio y la comida fue un desastre. Llegamos a las 12.50hs, nos atendieron 13.30, las entradas llegaron a las 14.15, luego de que estábamos comiendo trajeron la bebida, pedimos rápidamente el principal y nos llego recién a las 15.15hs sin las guarniciones, yo soy vegetariana, pedí unos tallarines y llegaron 15 minutos luego, crudos y las cintas estaban como cortadas con una salsa súper ácida. A todo esto, de las guarniciones pedimos 2 ensaladas de las cuales vino una sola porque se quedaron sin verduras; papas fritas a las 14.15 ya no había mas asique tampoco pudimos pedir un reemplazo.Nos faltaba el postre pero dado que fue mucha la paciencia que tuvimos decidimos pedir la cuenta. Hablamos con la encargada por todo lo sucedido y trajo al camarero que nos había atendido y lo empezó a retar adelante nuestro, el pobre se puso muy nervioso, totalmente desubicado y desagradable el momento. Entendiamos que había mucha gente, pero claramente ofrecen algo que no pueden cumplir.