Yolanda Hotel - Córdoba

Es el restaurant que elegimos incluso cundo vamos a otro hotel de la misma ciudad, dada su carta, su esmerada atención y la ubicación.

Fuimos ocho familiares a almorzar en Viernes Santo (fin de semana largo). El mozo fue muy gentil, pero se equivoco al encargar dos pedidos del plato del día en la cocina. Él mismo se dio cuenta a posteriori, pero no nos informo al respecto oportunamente. Su confusión, sumado a que el restaurante estaba repleto de comensales, hizo que demorasen poco más de una hora en servirnos seis de los platos principales. Los dos del equívoco, salieron todavía quince minutos después...Entretanto, nos sirvieron sólo un pequeño platito (para los ocho) de mayonesa, muy rica, y tres panecillos... El plato de rabas que pedimos de entrada estuvo muy bueno, aunque resultó algo escaso, dado el importante tiempo de espera subsiguiente y el apetito que se nos abrió en el interín. La botella de vino que ordenamos la consumimos, obviamente, antes que sirvieran el plato principal y después trajeron sólo una copa de vino de la casa, para uno de nosotros, a modo de compensación por la excesiva demora (pero porque se le hizo el pedido explícito).La carta de vinos es normal. Los platos abundantes, sabrosos y muy bien presentados (paella -la compartimos entre dos-, tallarines con camarones, pacú con ensalada tibia, calamares a la crema, y brochettes de cerdo). La natilla de postre fue de las mas sabrosas que he probado ultimamente, y el tiramisú también muy rico y abundante como para compartir.Nos invitaron a cada uno con una copita de lemoncello, muy bueno, como bajativo.El precio muy razonable.El dueño se deshizo en disculpas. Pero no atinó a ofrecernos ningun otro tipo de compensación por la demora experimentada.La mala atención baja mucho la puntuación del restaurante, que sin duda sirve comida de excelente calidad. Tal vez, por ello, convenga ir en fechas en las que no haya tanta demanda.

Realmente muy decepcionada, escuchaba la publicidad radial, del puchero español. La invite a mi Madre en Agosto de 2016, para su cumpleaños, realmente nunca comí un puchero tan feo.

Se organizó una reunión de despedida a un médico reconocido del barrio. 70 personas. Tardaron en ubicarnos. tardaron en servir. La entrada de fiambre era buena pero escasa. El plato principal malo y escaso. No reponían bebidas como se había pactado. El postre era una copa helada y sirvieron un almendrado de Grido. Y completaron con el brindis con champain con hielo. Totalmente malo. pagamos una tarjeta de casi 400 $ x personas . No se arriesguen

Es un ambiente tranquilo , tradicional, la atención es muy buena. Hay una amplia variedad de comidas, todas muy tentadoras. Los platos están muy bien presentados y la calidad es excelente. Vale la pena!