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El lugar está muy bueno para cenar tranqui. La carta de vinos es pequeña y con vinos de bodegas poco conocidas, pero no por eso deja de ser buena, porque uno descubre nuevos sabores. Por otro lado la atención es muy buena, todos los chicos muy atentos.En cuanto a la comida, espectacular, pedimos una provoleta de entrada, y de plato principal costillar braseado (plato para compartir), exquisito, super recomendable.Me... View all feedback.
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El lugar es muy lindo, la atencion es buena, pedimos una tabla para compartir, las mollejas estaban quemadas, inmediatamente las cambiaron pero el otro corte estaba seco. Los precios estan acordes a la zona. View all feedback.
El lugar es muy lindo, la atencion es buena, pedimos una tabla para compartir, las mollejas estaban quemadas, inmediatamente las cambiaron pero el otro corte estaba seco. Los precios estan acordes a la zona.
Le cadre est top, vraiment. Le service sympa (apéro offert). Mais dans l'assiette, c'est moyen. Sans plus, ni moins.
El lugar está muy bueno para cenar tranqui. La carta de vinos es pequeña y con vinos de bodegas poco conocidas, pero no por eso deja de ser buena, porque uno descubre nuevos sabores. Por otro lado la atención es muy buena, todos los chicos muy atentos.En cuanto a la comida, espectacular, pedimos una provoleta de entrada, y de plato principal costillar braseado (plato para compartir), exquisito, super recomendable.Me gustó mucho el lugar.
El lugar está muy muy bien puesto! No se ahorraron nada, cada detalle está bien pensado. La ubicación es Güemes, barrio cool (antes hippie) por excelencia. La ubicación del resto en la galería es además muy original y le da toda una onda muy especial. Me dejó muy bien impresionada.Ahora le falta bastante que mejorar en cuanto a la atención, que no es acorde a lo lindo del lugar. Te dicen cosas como "gorda, ahí te lo alcanzo", cuando pedís pimienta. No todos, claro. Una mujer de pelo largo y oscuro era especialmente la que tenía estos modismos. Después, te preguntan el punto de la carne, yo dije que la quería "como cruda" (porque sé que en Córdoba es muy difícil de entender el "jugoso"), vino seca como una piedra. Tienen un menú a la noche incluso que es buenísimo, super recomendable. Esa idea es fantástica, el lugar es una idea fantástica. Cambiamos las copas de vino por unas de champagne, porque ya habíamos pedido una botella de champagne, "para no mezclar". Traen una botella abierta, eran varias copas, llena la primera bien, la segunda un centímetro menos porque advertía que le quedaba poco y a la otra la sirve por la mitad y nos dice: bueno, que lo disfruten! La impresión que te queda cuando hacen eso es mala, uno no se siente bien tratado ni quiere volver. Siempre era la misma persona la que tomaba esas decisiones. Por supuesto no te traen un ticket fiscal, si pasa pasa...La música muy buena, espectacular. Digamos que le daría una chance más a este lugar porque tiene todo para ser un gran lugar, pero, desde mi humilde opinión, es necesario un cambio en la atención y en la toma de decisiones.
Fuimos en familia para el día del padre y pedimos varios platos. Todos muy buenos. Yo probé el pastel de carne y estaba muy bueno con sabor a "hecho en casa". Porciones abundantes. Atención muy buena y gentil por parte de las chicas. Se puede pagar con tarjeta. Dispone de una terraza que en verano debe ser muy agradable. Seguro que regresaremos