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Contribute FeedbackVeo los comentarios en esta página y me sorprenden. Estuve en verano con mi familia, fuimos a cenar buscando un sitio distinto y tranquilo, cumpliendo ambos aspectos, con un encanto especial, tranquilidad y buen gusto en la decoración. Eso sí, cenar no cenamos, la carta muy corta, el servicio muy poco profesional, las esperas largas y la calidad y cantidad de comida mediocre. OJO, puede ser un sitio con mucho encanto para ir a ver las actuaciones en directo que anuncian, y sin duda iré, pero no volveré con la expectativa de cenar/comer allí, no merece la pena. Digamos que me equivoqué en llevar allí a mi familia y amigos a cenar en verano porque fue todo un fiasco, eso sí, volveré a ver esas actuaciones que en ese entorno y con una copa puede ser una experiencia increíble.
Habíamos estado intentando ir durante mucho tiempo, incluso llegamos a estar en la puerta un día que estaba cerrado. Finalmente pudimos ir con nuestra hija pequeña. Aunque no es un lugar para niños, se puede cenar algo con ellos y disfrutar de la actuación correspondiente. El restaurante tiene un aspecto rústico, como un granero o establo, pero está decorado con buen gusto. La carta es corta y sencilla, pero la comida es de calidad. Pedimos una tosta de jamón, unos tacos de pollo y unos patacones de ternera, todo muy rico. Después de cenar pudimos tomar una copa y disfrutar de las versiones interpretadas por el talentoso músico segoviano Jesús Parra. El servicio es informal y sin prisas, y los precios son razonables.
Alucinamos con este lugar, con un escenario de fondo que te saluda nada más entrar y una decoración con un encanto soberbio; creativos, músicos e intelectuales es como si se reunieran allí, y lo más curioso que también encuentras familias, diversos rincones para cenar, charlar, relacionarse, relajarse y disfrutar de música en vivo, una carta sencilla y exquisita a base de raciones buenas y auténticas como el sitio y las personas que lo llevan, porque la verdad, se llevaron la palma en atenciones, mención especial a una tarta casera de calabacín que nos recomendaron. Valientes lugares mágicos cómo éstos, para mí un referente ya de esta zona de Segovia, sin duda.
Pajar con música en vivo y ambiente variado ideal para disfrutar de unas copas y pasar una noche divertida. También ofrece cenas para picar. Es lo más animado de la zona.
Bar inimaginable en la comarca. Una vez dentro, parece que estas en Madrid o en cualquier capital europea donde hay pubs de un ámbito diferente a lo que conozco. Buena música en directo y mejor, la atención!! Picoteo bastante bueno... me encantaron las ensaladas y las croquetas!!! Muy ricas las focaccias! El ambiente, en general, como entre amigos!! Gracias!!!