Salt De La Caula

Fuimos a pasar el dia por la zona y ver el Salt de la Caula y nos quedamos a comer en ese restaurante. No hay carta y tienen 4 clases de menús cerrados. Ponen mucha cantidad. La ensalada es muy fresca y de la huerta. La carne cocinada con leña buena calidad y cantidad. Un lugar sencillo con buen precio para disfrutar de la naturaleza y con vistas al Salt de la Caula.

Fuimos mi prima y yo para ver el salto de agua y almorzar antes de empezar nuestra ruta de senderismo, llegamos y parecía que estaba cerrado, miramos el salto e hicimos fotos, cuando nos íbamos vimos una sra en la entrada a la que pregunté si estaba abierto... Con mala cara y maneras m respondió que porque?? No sé, para que voy a preguntarlo, para hacer una estadística? Nos fuimos evidentemente, para estar en un sitio así se tiene que ser un poco más agradable, que no cuesta tanto...

De la comida no puedo opinar ya que no nos quedamos. Aun teniendo reserva nuestra mesa no estaba preparada y nos trataron como si no hubiéramos reservado. Al decir que teníamos que comer fuera (hacía frío e intención de lluvia) y que dentro estaba todo lleno, dijimos que no nos quedábamos. La señora que nos atendió nos contestó, con maneras muy bruscas que nosotros habíamos reservado fuera . Señora: más humildad y menos mentiras. Por mi parte no pienso volver.

Restaurante familiar bien situado en plena naturaleza. Relación calidad precio correcta, ponen mucha cantidad y de calidad en un menú sencillo pero bien ejecutado. La única pega ha sido el exceso de reservas y la falta de personal para servir todas las mesas. Teníamos reserva a las 14:00 h y nos han servido las bebidas a las 14:45 h, la comida a las 15:00 h.

Lugar encantador con una pequeña y bonita cascada de agua natural frente al restaurante. Comida casera de la tierra y muy abundante.