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Contribute FeedbackNo vayas. Esperamos más de una hora para que nos sirvieran la comida. Pedimos un plato de patatas fritas y nuggets para dos niños, y fueron lo último que trajeron. Los niños estaban muertos de sueño y hambre. El pan de los bocadillos estaba más duro que la pata de un perro (pan del día anterior y tostado); las huevas aliñadas, sin aliñar; las ensaladillas, sin mayonesa.... Por cierto, el plato de patatas estaba medio crudas, aceitosas y dulces: 4 pavos. ¡Habéis fallado por completo! No me tomaré ni una tila allí. Contraten a profesionales que sepan tomar una comanda y en cocina sepan interpretarla. Deberíamos haber salido corriendo cuando nos pusieron una mesa plegable, la desplegaron en el suelo y no había ni un trapo ni un mantel de papel (no pido de lino egipcio). Para que no todo sea negativo, el entorno es excelente y comimos muchas aceitunas. ¡Buena suerte! ¡La necesitarán!
El restaurante está un poco escondido pero vale la pena acercarse, incluyendo un camino de arena regular.. pero se puede llegar en coche sin problemas. Tiene un campo de fútbol para los niños y parece que con buen tiempo montan un castillo hinchable. En cuanto a la comida: la carrillada y los filetes de venado al ajillo fueron excelentes. Probamos un frito gaditano pero no era su especialidad.. el cazón en adobo estaba muy fuerte. La tabla de ibéricos tampoco la recomiendo excepto por el queso, el resto no era para tirar cohetes. Volvería para probar el venado en salsa que se les había terminado. Las raciones son económicas y el salón es bastante amplio. Se está muy tranquilo.