Restaurante Bora Bora Beach

El servicio es pésimo, la comida es muy regular y el estado del edificio deja mucho que desear, al igual que los muebles. No lo recomiendo.

Servicio: el camarero no tenía idea de los platos del menú, no sabía cuál era la pesca del día, se equivocó con los platos de la orden y terminamos comiendo platos que no habíamos pedido. Ambiente: lo único positivo es que estábamos cerca del mar, pero en general el lugar era muy feo. Comida: considerando el precio de los platos, eran bastante normales en sabor. Los pescados y mariscos no parecían frescos, probablemente eran congelados. Precios: son los habituales para la zona.

La comida es deliciosa, la presentación impecable. El personal es atento y complaciente. Se adaptan a tus gustos y necesidades. La casa es muy bonita, con piscina y quioscos.

Esta fue mi segunda experiencia visitando el restaurante. La primera vez que llegué al restaurante, no estaba tan lleno, pero ningún camarero subió, tuve que ir directamente y pedir la carta. Después de unos 20 minutos, nadie vino a tomar la orden. Decidí salir del lugar. Sin embargo, esta vez volví a darle otra oportunidad, pero él me dobló. Destaco que en esta nueva experiencia la atención del camarero era buena. Qué pena para comer. Pedimos dos casseroles de marisco, lebranche y un filete de pera. Los peces fueron acompañados por sopa de pescado, más bien parecía un stock de sal con limón. Después de esperar casi 50 minutos para la comida, el camarero está excusado porque no tenían bananas para hacer los pacones. Le dijimos que mientras resolvían los pacones trajo los platos porque había sido mucho tiempo. En la cazuela de mariscos sólo los anillos de calamar y uno que otro camarón predominaba. Pero lo peor es que se encontraron varias espinas de pescado en la cacerola. Se suponía que eran mariscos, de donde habrían salido esas espinas. No podíamos seguir comiendo frente a la incertidumbre. El lebranche se quemó exageradamente, tanto que el camarero cuando hicimos la anotación ofrecida para cambiarlo, pero dijo que tardaría 30 minutos más. Hemos estado esperando 50 minutos para la comida, y hemos estado enamorados. Ese pez nunca debería haber salido de la cocina así. El bistec estaba bien, pero parecía que lo habrían freído en aceite usado, porque sentía un sabor extraño. Ensaladas malas, lechuga todo quemado y medio amarillo. No fue agradable ver esa ensalada. Cuando terminamos de comer, el camarero apareció con los pacones de la comida. Lo único que destaco es el arroz de coco. El resto dejó mucho que querer. Cuando pagamos, hicimos todo el reconocimiento al administrador, que se disculpó. Sin embargo, el chef no ofreció disculpas y salió a regañar a los asistentes de cocina en el evento. Al mismo tiempo otro comensal vino a quejarse porque su pescado era crudo. Nos ofrecieron un toque del 25%. Pero personalmente, no volveré al restaurante. Por el valor de los platos tenía mejores expectativas; y en la zona hay otros restaurantes que dan más valor a su dinero, ofreciendo mejores experiencias gastronómicas e instalaciones.

Muy recomendado, acceso a la playa, comida excelente a buen precio y muy buen servicio. Se pueden realizar eventos pues cuentan con el espacio y está bastante privado. Me gustó mucho.