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Contribute Feedback What Mari Delgado doesn't like about Zubigain:
The first time we went to dinner, the bokata was exquisite, contrary to the treatment of the waitress, the second time, we reserved a table at the time they proposed and even so we went home without dinner because we had not previously said what We would have dinner and they told us that we would have to wait an hour! With small children, we left disappointed, the owners are charming, but there is a lack of organizat... View all feedback.
Good place to eat good menus good prices and very friendly people facing the public Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5
En general aceptable todo. Presentación de los platos bastante justa, nada destacable. En cuanto al servicio, tras pedir unas kokotxas con almejas, me sirven unas kokotxas axfidiadas x la cantidad de gulas que tenían, Y ahogadas en una balsa de salsa verde.. Y todo esto sin avisar del cambio, hasta que no llegó el plato a la mesa. Los postres, un poco secos
Solo estuvimos en el bar y no entramos a comer en el restaurante, algo que dejaremos pendiente para una próxima visita. Al bajar del monte, pedimos un caldo y croquetas, y todo estaba buenísimo. Quiero destacar especialmente las croquetas, las mejores que he probado. Estoy deseando volver a comer y contárselo a todo el mundo.
Menú de fin de semana con 4 platos para elegir en cada categoría. Probé la ensalada de queso de cabra con tomate que claramente era de huerta, deliciosa. También probé la penca rellena de jamón york y queso de primero. De segundo, la carrillera ibérica en salsa estaba abundante y de postre disfruté de la tarta de cuajada, un postre suave para terminar la comida. Probé el famoso postre goxua y la tarta de queso con siropes, ambos caseros y deliciosos. La atención fue amable y simpática, muy atentos. El lugar era tranquilo y el pueblo, aunque pequeño, tenía un encanto especial.
Comida casera, menú del día muy económico entre semana y también muy asequible los fines de semana. El trato es natural, sin excesos, al igual que la comida. Es un lugar sencillo, limpio y se come muy a gusto después de dar un paseo por el monte o dar un paseo con los niños. Solíamos ir cuando estaban en Opakua y seguiremos yendo ahora, años después.