Mini Kric Ranchal Madueño - Anora

Magníficos profesiones los que atienden el local. Muy buen ambiente. Todo súper limpio y cuidado. Pararé siempre que pase por Añora. Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5

Más de lo mismo que otras opiniones..... una estrella de más x la cerveza fria Service: 1 Atmosphere: 1

Paramos antes de acudir a la competición de galgos de la zona, nos atendieron bien y la cerveza estaba fría, que es lo importante. Price per person: €1–10 Food: 4 Service: 4 Atmosphere: 3

Fuimos a comer porque era el único lugar donde no había nadie, ya que todos los demás bares estaban llenos y con mesas reservadas. Mala suerte la nuestra al sentarnos allí. Se le puede llamar de cualquier forma menos bar. Nada más sentarnos, nos atendió, a mi parecer, la DUEÑA (que, por cierto, en la hora que estuvimos allí, no paró de pelearse con el marido, con un carácter y una chulería que tuvo la suerte de que mis niños tenían hambre, o si no, me hubiera levantado de inmediato). El marido, que se notaba que había bebido bastante, se acercó a nuestra mesa con toda confianza y nos ofreció una bota de vino, que agradecimos, pero ninguno de los que estábamos allí bebía, y él, muy insistente, estuvo como 10 minutos tratando de convencernos hasta que tuve que decírselo de otra manera, que no queríamos. La carta les cabe en una servilleta, ya que solo tienen unos 10 platos. Les pedí si podían hacerle a los niños una tortilla francesa, ya que no comían nada de lo que había; su respuesta fue rotunda: ¡No! Lo que hay en la carta... (estamos hablando de batir dos huevos y echarlos en la plancha). Mientras tanto, cada vez que esta chica entraba al comedor, se quejaba de algo, como si no la estuviéramos escuchando. Al final pedimos unos platos de presa y unos flamenquines. En el plato de presa había 2 trozos muy pequeños y medio kilo de patatas congeladas, y el flamenquín, más de lo mismo, y para colmo, el jamón de dentro estaba rancio. En fin, espero que esto les sirva de ayuda para que no pisen este lugar, porque no se merece vender ni una botella de agua. Y todo esto sin mencionar los bichitos que vimos al irnos.

La persona que atiende, morena y con gafas, es bajita y muy desagradable. Atiende con mala actitud y responde de manera grosera. ¡Parece que le encanta su trabajo, dos velas negras!