La General Conservera - Villaviciosa

Ha sido una experiencia terrible en este restaurante. El personal no era muy experto y escaso, el mobiliario defectuoso y peligroso al estar cerca de un precipicio. Los precios eran desorbitados, como por ejemplo 17€ por unos calamares/rabas. Tuvimos que esperar mucho tiempo para que nos atendieran y nos sirvieran, a pesar de que solo éramos 3 mesas y dos empleados. A pesar de haber dicho en tres ocasiones que no queríamos pan, nos lo trajeron junto con cuatro juegos de cubiertos. Los refrescos eran más caros que en otros lugares. Pedimos algo para acompañar las bebidas y nos sirvieron una ración pequeña y mala de calamares/rabas en un plato pequeño. Al pagar, el cocinero intentó justificar el alto precio de los calamares contando una historia. No recomiendo este lugar, dan una imagen negativa al pueblo y a la industria en general. Como anécdota, la camarera intentó hacer un truco con dos Coca-Colas y terminó derramando una buena cantidad de bebida. Solo entramos para que una persona fuera al baño y acabamos pagando 27€. Si hubiera leído las críticas antes, no habría entrado. Espero que esta crítica les ayude a mejorar. Saludos.

El servicio es terrible y los precios son desorbitados. Pedimos una sidra, dos Coca-Colas y una ración de calamares que nos costaron 17€ cada uno, sumando un total de 27€. El mobiliario está en mal estado y no es seguro.

Nefasto también. En julio del 2016, nos sentamos dos personas a beber sidra, una persona pide de comer, la otra manifiesta que no quiere tomar nada de comer. Ponen dos servicios de cubiertos y pan. Finalmente cobran dos servicios, se les avisa que un servicio no ha sido utilizado y que se avisó con antelación que no iba a cenar por no haber nada en la carta que le gustase. De malas formas nos cambian la cuenta.

Un lugar muy agradable con vista al mar. Muy buena acogida. Los mojitos están muy bien preparados. Y hay una impresionante variedad de tapas. Como teníamos dificultades con los nombres en el menú, el dueño nos sirvió diversas pequeñas platos y estaban deliciosos.

Después de sentarnos en su terraza sobre las 18:00 de la tarde, guiados por su tablón de anuncios en la entrada donde ponían que servían cafés, y observar que personas de otras mesas están consumiendo café. Una vez que se nos acerca el camarero y le pedimos dos cafes con hielo, este responde sin dar mas explicación que cafes no nos sirve , si bien es verdad era un chico adolescente que parecía que tenia alguna deficiencia mental, pero no me parece adecuado que aleccionen al chico a atender solo aquella gente que pide gintonic y no a los que queremos tomar un café y sobre todo cuando en su cartel publicitario si que ponen que sirven ese producto.