Ameyali Tequesquitengo - Tlaquiltenango

Es un excelente lugar, muy limpio, si buscas un buen lugar de descanso sin distracciones, éste es el hotel, excelente trato de todo el personal, fabulosas albercas

Las habitaciones muy chicas y sencillas, el restaurante se tardan las horas para atenderte aunque si estaba muy bien preparado todo y rico La alberca debes compartirla porque es un balneario público .

El lugar es tranquilo, se puede pasar buen tiempo con la familia, sin embargo el servicio de restaurante es bastante lento, comimos en pausas, y solo eramos 10 personas maximo en el lugar; tienen servicio adicional como balneario pero solo es por de 1 a 6 de la tarde por 100 pesos por persona lo cual es algo caro para las 3 pequeñas albercas...

El recepcionista de la noche fue amable y nos ayudó, las habitaciones son bastante sencillas pero limpias a excepción de una que olía bastante a drenaje. Las instalaciones son buenas y el lugar es bastante espacioso. Lo único que no nos agradó fue que una de las recepcionistas de la mañana fue bastante grosera con nosotros y además se quedaron con nuestro depósito porque supuestamente manchamos una toalla con maquillaje cuando nadie usó maquillaje en toda nuestra estadía, tengan cuidado con eso y tomen evidencia de cómo encuentran la habitación y cómo la entregan porque de ahí se agarran para hacerte cargos extra. Todo había estado bien hasta ese incidente, no nos volveríamos a hospedar ahí.

Pésimo hotel y no es recomendable. Las habitaciones no cuentan con aire acondicionado y estás parecen un horno. Por las altas temperaturas que se manejan en la región y las tarifas que cobran (las cuales no son muy baratas), considero que deberían de contar con este equipamiento. Por otra parte te hacen dejar un depósito por si ensucias las toallas o sábanas de maquillaje, bloqueador, etc. Lo cual es un exceso ya que son manchas muy comunes. La accesibilidad del hotel no es la mejor, ya que solo en algunas zonas del hotel cuentan con rampas pero hay otras donde no las hay y solo hay escalones muy altos o mal diseñados donde es fácil tener un accidente.