Cerro Gordo - La Herradura

Espectacular. comida casera cien por ciento. todo es hecho personalmente por el cocinero (excepto el helado.) algunos de los manjares: Tortilla española con salmón y kiwi alioli, toro rabo en la cama de patata, entrecot en la plancha de sal, mantequilla de fresa, y, como no, tan apreciado toro rabo en el pan de azafrán y el potaje de garbanzos con torho bog. y luego hay postres: el chip de chocolate con helado es esencial! y el pastel de queso con fruta. la atención del personal es exquisita y las inmejorables vistas: por un lado los acantilados del mar y por otro la playa de la herradura. Tienes que ir sí o sí.

¡Maravilloso lugar para disfrutar de las vistas de la puesta de sol, el aire fresco de la montaña, la luna en todo su esplendor! La comida es inmejorable, el primer vino excelente, el servicio espectacular y los dos propietarios de Córdoba son extremadamente atentos y amables. ¡Un 10 en todos los sentidos! Todos mis hermanos me habían hablado maravillas de este lugar y, basándome en lo que escuché, pensaba que ya lo conocía. Sin embargo, hoy, al venir y verlo, me di cuenta de que era la primera vez que estaba allí en mi vida. Un lugar así no se olvida fácilmente. Una vez que lo has vivido, lo recuerdas para siempre. Es muy especial en todos los aspectos. Gracias por este buen rato que he compartido con todos ustedes.

Aunque conozco bien la zona desde hace años, nunca había comido ni cenado en este restaurante que tiene una ubicación fantástica. Lo había visto al pasar por esta vieja carretera de Granada a Málaga. Solo abre en temporada de verano, pero aún así fue fácil reservar para el sábado de julio. Tiene dos terrazas que dan a ambos lados, con hermosas e impresionantes vistas al mar y al acantilado. El servicio fue especialmente atento y amable. Nos atendieron rápido y sin falta con el pedido. El menú no es muy extenso, pero ofrece muchos platos caseros y apetitosos. Pedimos pisto, una ensalada de queso de cabra, salchicha y queso como entrada. El pisto estaba delicioso. De plato principal pedimos un coco a la piedra, una olla de garbanzos con rabo de toro y lomos de lengua rellenos de langostas. Todo estaba muy bien. Para el postre, elegimos una croqueta de chocolate original y una tarta de queso. En resumen, es un lugar recomendable por las vistas, la tranquilidad de la ubicación y el excelente servicio. La comida es casera y deliciosa. El precio es un poco alto, hay que tenerlo en cuenta. ¡Pero muy bien! ¡Recomendado!

Comida deliciosa, paisaje maravilloso y atención muy agradable. Limpieza y cuidado frente al COVID-19. Altamente recomendada.